Desde pequeña me atraían las plantas, tanto las de flor como las que no las tienen, las pequeñas , las que se encaraman en una pared, las que cuelgan en los balcones, vamos, que me gustan todas.
Siempre que he podido las he tenido cerca, y cuando por alguna causa no he podido cuidarlas me angustio. No se si ellas notan algo, pero siempre me responden, y en cuanto comienzo con sus cuidados se reponen.
Así voy llenando mi vida de colores vivos y de historias.
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Ellas ademas de entretener, cuando dedicas tu tiempo a su cuidado, nos aroman los sitios en donde estamos, alegran las estancias de las casas y no digamos de los patios y jardines en los que nos sentamos a descansar.
¿Alguien se imagina una terraza con suelo de baldosas, paredes encaladas, alguna puerta o ventana y ninguna planta en todo ese espacio?, seria muy soso y sobretodo deprimente.
Sabemos que los antiguos (antiguos de verdad) en las bibliotecas, colgaban paños de color verde para de cuando en cuando descansar la vista, entonces, ¿como no vamos a rodearnos de toda esa belleza que nos dan, si tan solo nos piden un poco de mimo?
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